Hace un año ahora que estaba próximo a concluir el grueso del operativo excepcional de trabajo establecido por el Ayuntamiento de Noblejas para hacer frente a las graves dificultades que el histórico temporal “Filomena” dejó a su paso, y con él una situación caótica en la mayoría de las zonas afectadas por las intensas nevadas y la posterior ola de frio.
Una situación que vino a coincidir -como hace sólo unas semanas- con los mayores niveles de contagio conocidos hasta la fecha a causa del COVID en nuestro pueblo, agravando así la situación de muchísimas familias de Noblejas hastiadas por un año duro y difícil.
Esta situación, en Noblejas, pudo ser minimizada gracias a la rápida y eficiente actuación de los trabajadores del Ayuntamiento de Noblejas, que no dudaron en echarse a la calle desde la noche del siete de enero hasta el mismo viernes 14 de enero, para llevar a cabo tareas de limpieza y despeje de viales públicos de forma constante, con todos los recursos a disposición del Ayuntamiento en ese momento.
Unos trabajadores que se vieron acompañados por vecinos y empresarios provistos de maquinaria, que de forma excepcional, con esfuerzo, y con una implicación desinteresada, sumaron esfuerzos para colaborar -sin dudarlo por un momento- bajo las indicaciones de los responsables del Ayuntamiento de Noblejas en las tareas de limpieza, auxilio, y de entrega y colaboración en todo nuestro pueblo.
Gracias a todos ellos, la situación en Noblejas distó mucho de la de nuestro entorno, y este pequeño pueblo demostró que -en realidad- es enorme.
Gracias a todos ellos, los comercios pudieron seguir atendiendo a nuestra población; la gente pudo desplazarse para acudir a su puesto de trabajo -o volver de él-; la gente pudo acceder a las principales vías de circulación, acudir a los hospitales…
Gracias a todos ellos, las grandes empresas de nuestro pueblo, aprendieron durante esos días que Noblejas está con ellas y que somos conscientes de su importancia en nuestro progreso como pueblo…y que por eso acudimos en su ayuda cuando más lo necesitaron.
Detrás dejamos incontables horas de trabajo, toneladas de sal que estuvieron a disposición de todo el mundo, litros y litros de salmuera, generosidad, solidaridad, esfuerzo…y la sensación de seguridad que da el saber que, un Ayuntamiento fuerte hace a un pueblo más fuerte aún.
Reconocerlo en este primer aniversario, es una obligación moral e institucional inexcusable y hoy todos tenemos la sensación de que dimos una autentica lección de cómo superarnos ante las adversidades…a nosotros mismos, y a todos aquellos que nos observan.
De todo corazón…GRACIAS.
