Descripción

Aunque fue adquirida por el Ayuntamiento en el año 2010, la primera bodega, según testimonios orales, fue construida en la segunda mitad del siglo XIX. En un primer momento constaba de una vivienda de una sola planta y la bodega propiamente dicha, que ocupaba las tres naves próximas a dicha vivienda.

Alrededor de 1920 se produce un hecho de gran importancia y es la decisión del dueño, propietario de minas en América del Sur, de ampliar la bodega y la casa existentes. La bodega fue ampliada con otras cuatro naves, paralelas a las existentes, en el lado norte. La vivienda se amplió con dos pisos superiores y zonas de servicio, dotándola de una apariencia de “casona de indiano”.

Existen pocos datos históricos, ya que el conjunto construido no ha tenido nunca carácter monumental y siempre ha sido de titularidad privada. Según el documento “Análisis del estado actual, constructivo y patológico de la Bodega Gª de la Rosa” de fecha septiembre de 2010: “ el inmueble se encuentra recogido en el Inventario de Carta Arqueológica  Paleontológica e Industrial de Castilla-La Mancha. Así mismo, este edificio está considerado Patrimonio Industrial, al “constituir una huella física del pasado tecnológico y productivo”.

La impronta de la casa señorial constituye un referente para la población, en sustitución de palacios u otras construcciones singulares de las que carece la localidad. Por dicho motivo el Ayuntamiento optó, desde un primer momento, por su conservación y rehabilitación.
De este modo, tras el proyecto de recuperación y consolidación estructural de la bodega, se ha conseguido una dotación pública de carácter cultural, ligada al vino, que puede albergar usos diversos, desde la propia exposición del proceso de fabricación del vino, a uso hotelero, pasando por la utilización pública del espacio de la bodega para fines lúdicos y/o culturales.